Bruselas (AFP) – La Unión Europea anunció el jueves pasado (23 de septiembre) que impondría un cargador universal para teléfonos inteligentes, lo que provocó un enfrentamiento con Apple y el ampliamente utilizado iPhone.
La Comisión Europea cree que un cable estándar para todos los dispositivos electrónicos reducirá el desperdicio digital, pero Apple argumenta que un cargador único para todos ralentizaría la innovación y generaría más contaminación.
El bloque alberga a 450 millones de personas, algunos de los consumidores más ricos del mundo, y la imposición de USB-C como estándar de cable, una vez aprobado por los estados miembros y el Parlamento Europeo, afectará a todo el mercado mundial de teléfonos inteligentes.
“Los consumidores europeos han estado bastante frustrados por la acumulación de cargadores incompatibles en sus cajones”, dijo la vicepresidenta ejecutiva de la UE, Margrethe Vestager, en un comunicado.
“Le hemos dado a la industria mucho tiempo para que presente sus propias soluciones, y ahora es el momento de tomar medidas legislativas para un cargador común”, dijo.
Los consumidores ahora tienen que elegir entre teléfonos con tres cargadores principales: “Lightning” para dispositivos Apple, micro-USB ampliamente utilizado en la mayoría de los otros teléfonos móviles y el nuevo USB-C que se utiliza cada vez más.
Esta gama ya se ha simplificado enormemente desde 2009, cuando decenas de diferentes tipos de cargadores se combinaron con los teléfonos móviles, creando montones de basura electrónica a medida que los usuarios cambiaban de marca.
La Unión Europea dijo que la situación actual sigue siendo “incómoda” y que los consumidores europeos gastan casi 2.400 millones de euros (3.800 millones de dólares) al año en cargadores independientes que compraron por separado.
Thierry Breton, el comisionado de mercado interior, también cuestionó el argumento de la industria de que la innovación se vería perjudicada.
Dijo a los periodistas que los gigantes tecnológicos estadounidenses “siempre están haciendo este argumento, que (la ley de la UE) está en contra de la innovación … no está en contra de la innovación. Es para los consumidores europeos, no contra nadie”.
Apple, que ya usa conectores USB-C en algunos de sus iPads y computadoras portátiles, insiste en que la legislación que exige el uso de un cargador universal para todos los teléfonos celulares en la Unión Europea no está justificada.
“Seguimos preocupados de que la estricta regulación que exige un solo tipo de conector sofoca en lugar de fomentar la innovación, lo que a su vez perjudicará a los consumidores en Europa y en todo el mundo”, dijo Apple.
Algunos en la industria argumentan que los teléfonos que ya están en uso con un cable de carga antiguo perderán su valor de reventa si no se pueden reemplazar, lo que se suma al exceso de desperdicio digital.
La Comisión Europea ha defendido durante mucho tiempo un acuerdo voluntario que tenía con la industria del hardware que se redactó en 2009 y vio una reducción significativa en los cables, pero Apple se ha negado a ceñirse a él.
La comisión dijo que en la propuesta de la comisión, que puede cambiarse significativamente antes de la ratificación, a los fabricantes de teléfonos inteligentes se les daría un período de transición de 24 meses, dando “tiempo suficiente” para que las empresas se unan.
Apple cree que el período de transición de dos años es una preocupación para la industria y es demasiado corto para evitar la venta de equipos existentes.
El grupo de consumidores de la Unión Europea, ANEC, acogió con cautela la propuesta, pero instó a que el plan se amplíe para incluir sistemas de carga inalámbrica, que los fabricantes de teléfonos están adoptando cada vez más.
“Por lo tanto, es importante evitar cualquier fragmentación en esta área también”, dijo el grupo.
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