La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con sede en París, que lidera las conversaciones, dijo que el acuerdo cubriría el 90 por ciento de la economía mundial.
“Hemos dado otro paso importante hacia una mayor justicia fiscal”, dijo el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, en un comunicado enviado por correo electrónico a Reuters.
“Ahora tenemos un camino claro hacia un sistema tributario más justo, con los mejores actores del mundo pagando su parte justa dondequiera que hagan negocios”, dijo su homólogo británico, Rishi Sunak.
Pero como la tinta no se seca, algunos países ya han expresado su preocupación sobre la implementación del acuerdo. El Ministerio de Finanzas suizo pidió que se tomen en cuenta los intereses de las pequeñas economías y dijo que la fecha de implementación 2023 es imposible.
Mientras tanto, los senadores republicanos de Estados Unidos dijeron que les preocupa que la administración Biden esté considerando eludir la necesidad de obtener la autoridad del Senado para implementar tratados.
Según la Constitución, el Senado debe ratificar cualquier tratado por mayoría de dos tercios, o 67 votos. Los colegas demócratas de Biden controlan solo 50 escaños en la Cámara de 100 miembros. Los republicanos en los últimos años se han opuesto abrumadoramente a los tratados y han apoyado recortes en los impuestos corporativos.
La reacción al acuerdo de los mercados estadounidenses fue silenciosa, ya que los inversores se centraron en cambio en los últimos datos de nómina. Algunas de las grandes empresas de tecnología, a menudo citadas por los críticos por tratar de reducir los impuestos a través de operaciones en el extranjero, acogieron con satisfacción el acuerdo.
“Estamos emocionados de ver un consenso internacional emergente”, dijo Nick Clegg, vicepresidente de asuntos globales de Facebook. “Facebook siempre ha abogado por la revisión de las reglas fiscales globales y reconocemos que esto podría significar pagar más impuestos y en diferentes lugares”.
Un portavoz de Amazon dijo que la compañía apoya “el progreso hacia una solución basada en el consenso para la armonización fiscal internacional, y esperamos su trabajo técnico continuo”.
Los analistas de Morgan Stanley dijeron que los dispositivos tecnológicos, algunos servicios de medios y la atención médica parecen estar más expuestos a la tasa impositiva mínima del 15 por ciento.
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