Los coleccionistas de minerales no pueden exhibir una pieza de ermeloid en sus vitrinas. La primera muestra pesaba sólo unos pocos miligramos. Descubierto en España por tres amigos con un interés de larga data en la mineralogía, el mineral previamente desconocido fue analizado e identificado en la Universidad de Santiago Compostela en España.
La gente ama los minerales de diversas formas, desde los que adoran las gemas preciosas que adornan sus orejas hasta los niños que guardan en una caja pequeños pedazos del planeta comprados en las ferias. Muchos de los que están más interesados en la mineralogía pueden haber despertado su interés cuando eran niños. Tales personas toman muestras regularmente Departamento de Arqueometría y Caracterización de Materiales de la USCHa realizado unos 5.000 análisis (así como estudios de restos arqueológicos) en los últimos 20 años.
El director del departamento, Oscar Landes Suárez, dice que encontrar un mineral desconocido “no es una cuestión de azar”. “Hay que tener suerte”, lo que implica un “trabajo constante” y una densa red de “colaboradores” para recorrer el paisaje. José Carlos Rodríguez Vázquez, Moises Núñez y Manuel Cervino descubrieron y recolectaron un ejemplar único de ermeloide no registrado en ninguna base de datos internacional. El mineral lleva el nombre del Monte Ermelo en España, donde fue descubierto. “La ermeloita es un fosfato de aluminio monohidratado” que pertenece al grupo de las gieseritas. A primera vista, es “fácil de confundir” con otros minerales, pero su “estructura y orden”, insiste Landes, “lo convierten en un nuevo tipo de mineral”.
Físicamente, el ermeloide es “polvoriento por fuera, pero una masa compacta y cristalina por dentro”, explica el científico, que también es portavoz del equipo que descubrió el nuevo mineral. El pequeño tamaño de la muestra, que ahora es la muestra de referencia nacional, ha sido un desafío para los investigadores y ha limitado las posibilidades de análisis del mineral. Por ejemplo, “todavía no se han explorado las propiedades físicas y mecánicas del ermeloide”, dice Lande. Los científicos aún tienen que explorar cómo podría usarse este mineral, ya que no se encuentra en ningún otro lugar conocido, y solo se ha encontrado “un nódulo dentro de una pegmatita” en España. Después de recolectar la pequeña muestra, los tres descubridores, todos mineralogistas aficionados, no pudieron encontrar ermeolita en la superficie. Según Landes, hay que sacar pedazos de la montaña para encontrar otros pequeños nódulos blancos clavados en las rocas, cosa que “no hacen los mineralogistas”. La mayoría de estos científicos, dice, “respetan el medio ambiente” y se contentan con mirar el trabajo de la carretera que tiene “los bordes de una mina” o “grandes terraplenes”.
La mineralogía es como una religión, sus adeptos se reúnen en congresos, exposiciones y foros para intercambiar información. “Hacemos análisis de laboratorio y se necesitan años de experiencia y habilidad para perfeccionar las técnicas”, explica Landes. Pero, dice, muchos minerales alcanzan Departamento de Arqueometría y Caracterización de Materiales“Porque hay gente que lleva mucho tiempo asociada a la universidad, que sabe leer bien el campo, que sabe lo que hay en cada lugar y que busca cosas fuera de lo común”.
Después de que Rodríguez, Núñez y Cerviño recogieran la muestra del monte Ermelo, personal del Departamento de Infraestructuras de Investigación de la Universidad de Compostela realizó un análisis de difracción de rayos X y confirmó que se trataba del primer hallazgo del mineral en el mundo. Reconocido oficialmente por la Asociación Mineralógica Internacional (IMA), el ermeloide es el cuarto mineral descubierto en Galicia, España, desde el siglo XIX. Los primeros son morenosita, bolivarita y cervantita. Además, el grupo de Landes estudió la composición y las propiedades específicas del ermeloide mediante técnicas calorimétricas y otras tecnologías, como la espectrometría de fluorescencia de rayos X y la espectroscopia Raman. Junto con científicos de la Universidad Complutense de España y del Instituto de Geología y Minas, también realizaron un análisis complementario de la composición química del mineral.
El pequeño tamaño de la muestra “hace que sea difícil inferir posibles aplicaciones industriales o tecnológicas”, dijo la USC en un comunicado de prensa sobre el descubrimiento. Sin embargo, los científicos “no descartan la posibilidad de que el descubrimiento de este mineral pueda conducir a nuevos descubrimientos en entornos y entornos geológicos similares en otras partes del mundo”. En verano de 2023, el ejemplar ermeloide estará presente en la Exposición Mineralógica Española en el caserío de Fonseca (Santiago). Luego se alojará “permanentemente” en el Museo de Historia Natural de la USC.
Inspirándose en el hallazgo del ermeloide, Oscar Landes y el director del Museo de Historia Natural, Marcos Andrés González, coordinan un proyecto llamado “Minerales: viendo lo invisible” para difundir información sobre descubrimientos mineralógicos a fines del próximo año. El descubrimiento de ermeloid en España coincide con el 200 aniversario del francés René Hai, padre de la mineralogía y la cristalografía. International Mineralogy ha dedicado el año 2022 a Haiyu, cuyo nombre está inscrito en el segundo piso de la Torre Eiffel. El Museo de la Universidad de Santiago cuenta con una colección de ejemplares originales de cristal de madera de Haiu.
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