Un medio local informó que los trabajadores uzbekos de una planta de procesamiento de desechos en la ciudad de Oriol, en el oeste de Rusia, que habían recibido avisos de movilización y se les ordenó acudir al punto de reclutamiento local, pidieron ayuda a su jefe.
Moscú comenzó su campaña de movilización, la primera desde la Segunda Guerra Mundial, el mes pasado cuando su campaña militar en Ucrania fracasó y las fuerzas rusas comenzaron a retirarse.
Desde entonces, cientos de miles de hombres han huido de Rusia para evitar ser enviados al frente.
Según el informe en video de Istoki, las autoridades de Oriol enviaron un nuevo lote de avisos de movilización esta semana, incluidos 50 a los trabajadores de la planta de tratamiento de desechos de EcoCity.
Agregó que la mitad de los trabajadores son uzbekos, y se muestra a un grupo de hombres sosteniendo sus pasaportes uzbekos y pidiéndole al presidente uzbeko Shavkat Mirziyoyev que intervenga en su nombre.
La campaña de movilización generó críticas después de enviar avisos a muchas personas que no eran elegibles para el servicio militar, lo que llevó al presidente ruso, Vladimir Putin, a ordenar a los funcionarios que corrigieran todos los errores.
Uzbekistán ha advertido a sus ciudadanos que no se unan a ejércitos extranjeros, lo cual es un delito grave según la ley uzbeka.
La embajada de Uzbekistán en Moscú no pudo ser contactada de inmediato para hacer comentarios.
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