The New Straits Times (NST) informó que el ministro de KPDN, Salahuddin Ayub, dijo el martes (11 de abril) que los funcionarios del ministerio habían recibido instrucciones de investigar las acusaciones.
“Cuando supe que un turista extranjero tenía que pagar RM120 para cortarse el cabello, inmediatamente ordené a los oficiales que investigaran.
“Si esto es cierto, asegurémonos de que los involucrados serán tratados con severidad. No solo se cobraron tarifas excesivas, sino que la acción empaña el buen nombre de Malasia”, dijo Salahuddin, citado por NST.
“Como destino turístico, debemos brindar los mejores servicios a precios razonables”.
Salah El-Din también subrayó que las empresas no deben aprovechar ninguna situación para “obtener beneficios excesivos”.
Según Bernama, dijo a los periodistas: “Aconsejamos constantemente a todos los comerciantes que cumplan y se aseguren de que los servicios prestados a malasios o extranjeros sean razonables, y no cobren de más ni aprovechen la oportunidad para obtener ganancias excesivas”.
Agregó que si la acusación es cierta, se tomarán medidas estrictas en virtud de la Ley de Control de Precios y Contra la Explotación de 2011. Según la Ley, es un delito obtener ganancias excesivas en bienes o servicios.
Según el ministerio, si son condenados, los individuos están sujetos a una multa que no exceda los 100.000 ringgit o encarcelamiento por un término que no exceda los tres años, o ambos por la primera ofensa. Por la segunda infracción o las subsiguientes, las personas estarán sujetas a una multa que no exceda los 250.000 ringgit o una pena de prisión por un período que no exceda los cinco años, o ambas.
El martes, Kosmo informó que después de una investigación de KPDN, Al-Hallaq admitió los grandes cargos impuestos a los turistas.
“El hombre argelino, que se cree que es un trabajador a tiempo parcial, ha confesado verbalmente sobre los fuertes cargos que se imponen a los turistas”, dijo al parecer el director de KPDN Kuala Lumpur, Arifeen Samsuddin.
Agregó que no se exhibieron etiquetas de precios en los edificios por los servicios prestados.
“Nos hemos puesto en contacto con su empleador y serán llamados a la oficina para una mayor investigación”, dijo Arifin, según Kosmo.
También dijo que al barbero, así como a otro trabajador paquistaní, se les pidió que dieran sus declaraciones.
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