“Después de 28 años, se ha celebrado una boda real en Portugal, país que es una república desde 1913. El jefe actual de la casa real portuguesa es Eduardo Pío, duque de Braganza. Su hija, María Francisca, duquesa de Coimbra, se ha casado con el abogado Duarte de Sousa Araujo Martins. La ceremonia tuvo lugar en la basílica del palacio nacional de Mafra, a las afueras de Lisboa. Muchos portugueses han acudido al palacio para presenciar este evento poco común en su país.
María Francisca llevó un vestido inspirado en el de Letizia en su boda con Felipe. El diseño era sencillo pero elegante, hecho de mikado de seda. Además, lució una tiara familiar con 800 diamantes engastados en plata y oro. Los recién casados se mostraron muy felices y sonrientes a la salida de la basílica. Incluso dieron declaraciones a la prensa, algo inusual en bodas reales de otros países europeos.
María Francisca agradeció el apoyo de todos los presentes y también respondió a la prensa española. Su esposo, Duarte de Sousa Araujo Martins, es abogado y ahora es duque de Coimbra. Ambos expresaron su felicidad y agradecieron a todos por seguirlos.
Este acontecimiento ha despertado gran interés en Portugal, ya que no se había celebrado una boda real en el país desde hace casi tres décadas. Los portugueses se mostraron emocionados de poder presenciar una ocasión tan especial y única en su tierra.
Esta boda también ha llamado la atención por la presencia de la prensa, tanto nacional como internacional. Los medios de comunicación se congregaron en el palacio de Mafra para capturar cada detalle de la ceremonia y entrevistar a los novios.
La pareja real portuguesa está en el centro de la atención pública desde que anunciaron su compromiso el año pasado. La boda, que ha sido meticulosamente planificada y organizada, les ha permitido celebrar su amor en un evento que será recordado por mucho tiempo.
El matrimonio de María Francisca y Duarte de Sousa Araujo Martins marca un hito en la historia moderna de Portugal. A pesar de ser una república desde hace más de un siglo, los portugueses siguen mostrando interés y aprecio por su antigua casa real.
La boda real ha concluido con éxito y la pareja ha comenzado una nueva etapa en sus vidas. Tanto María Francisca como Duarte de Sousa Araujo Martins esperan que su amor inspire a otros y que puedan contribuir al bienestar de su país”.
