En sus tres intervenciones realizadas durante la reunión, el Sr. Ong habló de la experiencia de Singapur con el COVID-19 como ciudad-estado, y destacó la importancia de fortalecer la preparación para emergencias de salud urbana.
También pidió a los países que mantengan abiertas las cadenas de suministro globales y que eviten una situación en la que diferentes partes del mundo conozcan diferentes vacunas, lo que dividiría la red mundial de personas.
Se necesita un sistema de atención primaria sólido
En su primera intervención, el Sr. Ong destacó las diferentes experiencias de los países que enfrentan la pandemia, en particular los desafíos de Singapur.
El Sr. Ong dio detalles de las tasas de vacunación de Singapur, y señaló que el principal desafío del país era “convencer a las personas que más necesitan vacunas para que se vacunen”, es decir, los ancianos.
La tasa de vacunación para las personas mayores de 70 años en el país es ahora del 88 por ciento, cuando estaba entre el 60 y el 70 por ciento.
“Y ahí es donde nos dimos cuenta de nuestra vulnerabilidad”, dijo Ong.
“Nuestra debilidad era nuestro sistema de atención primaria. Para vacunar a las personas más vulnerables de nuestra comunidad, se necesita un sistema de atención primaria sólido para convencerlas. Por lo tanto, cuando pensamos en otros países, el problema será multifacético”.
Ong dijo que, por lo tanto, se necesita un sistema internacional fuerte para construir la respuesta de atención médica a la próxima pandemia y avanzar urgentemente con las reformas recomendadas por el Comité Independiente de Alto Nivel del G20 para promover el pluralismo en la atención médica.
Esto, a su vez, fortalecerá el apoyo de la Organización Mundial de la Salud para desempeñar un papel importante en el corazón de la seguridad sanitaria mundial.
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