El virus respiratorio sincitial (VRS) es un tema de preocupación mundial debido a su asociación con la bronquiolitis y su alta incidencia en niños menores de un año. Descubierto en 1956, el VRS se ha convertido en la segunda causa de muerte en niños pequeños, después de la malaria.
En España, se ha implementado una vigilancia activa de las infecciones por VRS para controlar su propagación. Este virus es la principal causa de infecciones respiratorias en niños menores de un año, pero también puede afectar a adultos mayores y personas con condiciones de riesgo.
Los síntomas del VRS en lactantes suelen ser leves, como dificultad para respirar, fiebre y pérdida de apetito. Sin embargo, los casos más graves ocurren en recién nacidos menores de 3 meses. Además, el VRS puede empeorar otras enfermedades en personas mayores.
A nivel mundial, se estima que hay alrededor de 787,000 hospitalizaciones y 47,000 muertes relacionadas con el VRS en países de altos ingresos. También se ha observado que la infección por VRS puede dejar secuelas a largo plazo, como sibilancias recurrentes y asma bronquial.
En un esfuerzo por combatir este virus, se ha desarrollado una “vacuna” llamada nirsevimab, un anticuerpo monoclonal administrado directamente a los bebés para brindarles protección contra el VRS. En la temporada 2023-24, España ha logrado una alta cobertura de vacunación con nirsevimab.
Los resultados de la introducción de nirsevimab han sido prometedores, ya que se ha observado una disminución significativa en las tasas de hospitalización en lactantes. Además, la eficacia de esta vacuna cubre toda la temporada epidémica de VRS.
Sin embargo, es importante seguir monitoreando los resultados en futuras epidemias y continuar invirtiendo en investigación para brindar alternativas de protección a grupos vulnerables.
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