Grifols, una empresa española líder en el sector de la salud y la industria biofarmacéutica, ha experimentado cierta debilidad en los últimos años debido a su elevada deuda. Esta situación se ha visto agravada por la adquisición de la empresa alemana Biotest.
Según datos del tercer trimestre de 2023, Biotest solo ha aportado 367 millones de euros a los ingresos de Grifols, con un ebitda ajustado negativo de cinco millones. La falta de cumplimiento de las expectativas ha generado preocupación sobre el papel de Biotest como uno de los pilares de crecimiento en el ebitda de Grifols para 2024.
Sin embargo, Grifols tiene esperanzas puestas en el medicamento Fibrinogen de Biotest, y espera que finalice su ensayo clínico en el primer trimestre de este año. La entrada de Grifols en Biotest en 2012 le ha permitido acceder a nuevos productos y centros de obtención de plasma, pero hasta ahora no ha logrado impulsar significativamente los resultados del grupo.
En un esfuerzo por reducir su deuda, Grifols está buscando la venta de Shanghai RAAS. Además, espera que la contribución de Biotest mejore los resultados financieros de la compañía. A pesar de los desafíos financieros, el precio de las acciones de Grifols ha mostrado cierta estabilización, a pesar de las acusaciones de Gotham City Research que afectaron negativamente al mercado bursátil.
Grifols ha ratificado la venta del 20% de Shanghai RAAS a Haier, lo que supondría una reducción significativa de la deuda y una plusvalía estimada de 250 millones para la compañía.
Actualmente, el mercado espera respuestas por parte de Grifols ante las acusaciones y requerimientos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los inversores están atentos a las decisiones y estrategias que la empresa tomará para hacer frente a estos desafíos financieros y asegurar su crecimiento futuro.
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