El logo del proyecto presenta la silueta de nuestra fundación, patrona de Cuba, con los colores de la bandera nacional.
A medida que aumenta el número de cubanos que emigran a Madrid, un grupo de católicos ha lanzado el proyecto Cobijo para acoger y ayudar a sus compatriotas en la sociedad española.
Cobijo fue iniciado por el padre Vladimir Navarro, un sacerdote camagüeyano que vivió en Madrid durante tres años, junto con los compañeros cubanos Clasis Carbonel, Yanika Lafuente, Lázaro González, Ronald Bolaños y Johnny Galvez García.
El logo del proyecto presenta la silueta de nuestra fundación, patrona de Cuba, con los colores de la bandera nacional.
“Copijo comenzó como un acto de la divina providencia”, dijo el padre Navarro a ACI Brenza, la agencia de noticias hermana en español de CNA.
El sacerdote relató que desde que llegó a la capital española sintió que “Dios me pedía que acogiera a los que venían de Cuba como yo, a los que venían con la ropa que llevaban puesta”.
La casa donde opera Cobijo se encuentra en Alcobendas, a las afueras de Metro Madrid, y está alquilada a una mujer a un precio generoso.
El padre Navarro dijo que el grupo ya tenía las llaves el 1 de agosto.
“Allá empezó a vivir un joven cubano, y a la semana ya teníamos un matrimonio serbio con un niño de un año y medio, y luego llevamos a otra joven, entonces ya tenemos cinco Así comenzó Cobijo como un acto de protección divina”, dijo.
El sacerdote ACI dijo a Brenza que aunque muchos cubanos siguen intentando ir directamente a Estados Unidos, últimamente ha ido en aumento el número de sus compatriotas que van a otros países.
“Dejan todo y viajan por diferentes rutas, por Nicaragua, por Serbia y por Moscú. Esos son los tres lugares que no requieren visa de turista. Entonces ellos viajan, sus viajes, incluso meses, arriesgándolo todo en rutas donde hay que pagar mucho dinero”, dijo, describió.
Sin embargo, dijo que a veces también se endeudan, “para hacer este tipo de viajes piden prestado mucho dinero, venden sus casas, todas sus pertenencias, y llegan a Madrid sin nada”.
“Estamos siendo testigos de una de las mayores olas de inmigración que Cuba jamás haya visto”, dijo el padre Navarro.
“Los cubanos que se van están muy desesperados. Vienen aquí muy tristes, con ganas de empezar una vida completamente diferente; pero el cubano es muy alegre, muy curioso, muy sociable; y todo eso nos lo robó el comunismo”.
“Vienen a estos países con el deseo de ayudar a su propia gente que se queda allí porque Cuba se está desmoronando”, dijo.
Ante esta realidad, el sacerdote explicó que las tres palabras clave del proyecto Gobijo son “Acoger, Transformar y Enviar”.
“Desde Rusia, desde Serbia, hasta España, cruzando fronteras, lo primero que le ofrecemos a un cubano cuando llega es darle la bienvenida. Le ofrecemos un techo, un hogar, una familia.
El apoyo psicosocial a los migrantes lo brinda Yanika Lafunte, miembro del Comité de Coordinación de Kobijo y “mi apoyo espiritual como sacerdote”.
“Ayudamos a los cubanos que vienen a Cobijo a registrarse como residente en Madrid, a solicitar asilo político y todos los trámites desde el punto de vista de la salud. El proceso de enviar a los niños a la escuela -lo hacemos a través de Cáritas diocesana- y ayudarlos a encontrar trabajo e integrarse en la sociedad española”, explicó el sacerdote.
“Erudito de la televisión. Adicto a los zombis de toda la vida. Defensor general de los viajes. Comunicador galardonado”.