El caos estalló en los momentos finales del partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones del miércoles entre el Atlético de Madrid y el Bayer Leverkusen, en el que el Atleti concedió un penalti en el tiempo de descuento, solo para detener el penalti y el partido terminó en un empate 2-2.
El Atlético necesitaba una victoria y tres puntos para mantener sus esperanzas de salir de la fase de grupos, pero se quedó atrás dos veces, pero logró ganar gracias a los goles de Yannick Carrasco y Rodrigo de Paul. El conjunto español se quedó con una última oportunidad de romper el empate en el descuento con un saque de esquina.
Del último intento no salió nada y sonó el pitido final, aparentemente eliminando al Atlético de la competición. Sin embargo, unos instantes después, el colegiado señaló un chequeo del VAR, y abrió muy levemente la puerta al Madrid para otra oportunidad.
El Atlético tendría esa oportunidad solo segundos después cuando el árbitro pitó una mano en Leverkusen, concediendo al Atleti un penalti.
Carrasco, que ya había encontrado la red en el minuto 22, se adelantó para aprovechar el intento, pero su disparo raso lo detuvo el portero del Leverkusen, Lucas Hradecky. El rebote volvió al atlético Saile Niguez, pero el cabezazo pegó en el larguero, y rebotó hasta que el balón salió finalmente fuera de banda.
El segundo y último silbato final sonó poco después, señalando el final de la campaña de la Liga de Campeones del Atlético esta temporada.
Una extraña serie de acontecimientos finalmente condujo a la salida del Atlético de la fase de grupos por primera vez en cinco años. Aunque el club jugará una final contra el Oporto el próximo martes, la diferencia con el segundo puesto del Grupo B sigue siendo de cuatro puntos, lo que deja a la selección española sin posibilidades de reponerse antes de los octavos de final.
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