Dado que Estados Unidos y sus aliados decidieron dejar de comprar petróleo ruso, hubo pocos indicios de que la acción estuviera causando el tipo de dolor que podría obligar al presidente Vladimir Putin a repensar su guerra en Ucrania. Muchos otros países todavía están comprando crudo ruso, y los precios más altos han suavizado el golpe de las sanciones al generar suficientes ingresos para que Moscú evite el colapso económico.
Entonces, los oponentes de Putin están estudiando una nueva idea: hacer que Rusia venda su petróleo tan barato que ya no pueda librar una guerra.
¿Cuál es la propuesta?
Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá han anunciado la prohibición del petróleo ruso, mientras que la Unión Europea planea prohibir el crudo ruso transportado por mar en diciembre y el combustible a principios del próximo año. En otro movimiento, la secretaria del Tesoro de los EE. UU., Janet Yellen, apoya una propuesta para permitir que los países que se han abstenido de las sanciones continúen comprando petróleo, pero reduce las ganancias de Moscú de esas ventas.
¿Cómo funcionará?
Se dijo que el Grupo de los Siete (G7) estaba discutiendo un mecanismo que solo permitiría el transporte de crudo ruso y productos derivados del petróleo vendidos por debajo de un límite de precio acordado, que se haría cumplir a través de restricciones en seguros y envíos.
El Grupo Internacional de Clubes de Protección e Indemnización en Londres cubre alrededor del 95 por ciento de la flota de petroleros del mundo, algunos de los cuales se encuentran en Europa continental. Los gobiernos occidentales podrían tratar de imponer un límite de precio diciendo a los compradores que pueden seguir utilizando este seguro, siempre y cuando acuerden no pagar más de un precio determinado por el petróleo a bordo.
¿Cuál podría ser el efecto?
Putin dice que los países occidentales sufren más que Rusia por las sanciones económicas que impuso por su invasión de Ucrania. El precio vertiginoso de las exportaciones de mercancías rusas aumentó los ingresos que ayudaron a su gobierno a eludir las sanciones.
Limitar los precios a un nivel más cercano al costo de producción supondría un duro golpe para las finanzas de Moscú, al tiempo que garantizaría que la energía fluya hacia donde se necesita. Dado que Rusia es uno de los proveedores de petróleo más grandes del mundo, establecer un precio máximo también puede aliviar la presión inflacionaria que está causando dificultades económicas en todo el mundo.
¿Cuáles son los obstáculos?
Algunos funcionarios europeos desconfiaban de la idea, ya que probablemente le pediría a la UE que reabriera el texto legal de su último paquete de sanciones, que tardó semanas en aprobarse y tuvo que superar importantes obstáculos porque las sanciones requieren un consenso entre las 27 naciones del bloque.
Si los aliados acuerdan un tope de precios pero no lo cumplen, sería una victoria simbólica para Putin. Hay muchas formas en que podría fallar: no hay garantía de que Rusia acepte enviar petróleo a precios fijos, especialmente si el tope está cerca del costo de producción.
Ya ha mostrado su voluntad de dejar de suministrar gas natural a algunos países de la Unión Europea que se negaron a atender sus demandas de pago. El Kremlin puede creer que mantener su petróleo fuera del mercado por un período de tiempo haría más daño a las economías de Europa y América del Norte que a la suya propia.
“Fanático de la comida. Organizador. Especialista en televisión amigable con los inconformistas. Lector ávido. Ninja web dedicado”.