Más de 5.000 personas reciben trasplantes de órganos cada año en España, según las estadísticas más recientes. Afortunadamente, el volumen de trasplantes ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. Esto se debe, en parte, a las mejoras en las técnicas de extracción y conservación de órganos.
Además, se han desarrollado técnicas quirúrgicas que reducen la agresividad de la cirugía, lo que facilita la recuperación de los pacientes trasplantados. Sin embargo, el reto actual es mejorar los tratamientos inmunosupresores, ya que estos medicamentos tienen efectos secundarios que aumentan el riesgo cardiovascular.
Para hacer frente a esta problemática, el Instituto de Investigación del Hospital Vall d’Hebron está trabajando en el desarrollo de un nuevo medicamento inmunosupresor. Se espera que este medicamento evite el rechazo sin los efectos secundarios actuales. Además, su administración sería solo cada dos semanas y por vía subcutánea, mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes.
El equipo de investigación ha identificado un candidato prometedor para este medicamento: una molécula modificada estructuralmente que busca anular la actividad de las células T y B responsables del rechazo de órganos. A diferencia de los medicamentos actuales, esta molécula tiene la capacidad de entrar libremente en las células específicas.
Aunque aún se encuentra en una fase preliminar de desarrollo, se espera que esta innovadora terapia esté disponible en las farmacias en un futuro cercano. El siguiente paso será probar el tratamiento en modelos animales experimentales, lo que permitirá corroborar los resultados obtenidos hasta ahora.
Se espera que los ensayos clínicos de seguridad y eficacia en pacientes reales comiencen próximamente. Además, los investigadores están estudiando la posibilidad de inducir una tolerancia inmunológica en los pacientes trasplantados para prescindir de los medicamentos inmunosupresores. Algunos pacientes, especialmente aquellos que han recibido un trasplante de hígado, ya han logrado vivir sin medicación después de abandonarla.
Se estima que aproximadamente el 30% de las personas con trasplante de hígado podrían prescindir de la medicación para evitar el rechazo. Este avance representa un gran logro en el campo de los trasplantes de órganos y brinda esperanza a los pacientes que actualmente dependen de los tratamientos inmunosupresores.
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