Según Google, el 98% de todo el tráfico internacional de Internet se ejecuta actualmente en cables submarinos. Una gran red global en el fondo de los océanos y los mares le permite conectarse con sitios como Netflix, ver las últimas películas o jugar videojuegos con personas del otro lado del mundo.
Pasos lógicos
Hasta hace poco, la mayoría de los proyectos de cables submarinos pasaban por España y muchas empresas de tecnología decidieron conectar la costa de Nueva Jersey con sus centros de datos a Irlanda. “El siguiente paso lógico es establecer una conexión directa con el Reino Unido, excepto Irlanda, porque la demora aumenta cada vez que un submarino toca tierra”, dijo Juan Wamonde, Country Manager de Data 4. Después del Reino Unido, la siguiente parada es Ámsterdam, “pero estas líneas están cada vez más concurridas”.
La importancia de España
La misma ubicación geográfica que apoyó el comercio con América del Sur hace muchos siglos hace que España sea atractiva para las empresas de tecnología. Estas ‘autopistas de la información’ seguras se conectan a la creciente infraestructura de centros de datos de España a través de cables submarinos.
“La posición geográfica de España fue privilegiada. Tiene acceso al Reino Unido en el norte, Sudamérica en el suroeste y África en el sur ”, dijo Wamond. Se espera que la comunicación con Brasil, que atraviesa las Islas Canarias, esté operativa dentro de un mes, reduciendo los retrasos en la conectividad con América del Sur en aproximadamente un 50% y el retraso del servidor (tiempo de respuesta del servidor) a menos de 60 milisegundos.
Sección transversal
La Península Ibérica es importante para la conexión entre Europa y el norte de África, especialmente la conexión con la costa oeste del continente. Los cables van de Valencia a Palermo, permitiendo el acceso a Asia a través del Canal de Suez: importante cruce de caminos para este tipo de cable. Facebook también contribuyó a 2Africa; Un cable de telecomunicaciones submarino internacional destinado a cruzar la costa del continente africano para conectar Europa y África y Oriente Medio. La arquitectura es compleja y un cable de 37.000 km de longitud desde Reino Unido recorre el continente africano, con sucursales a algunos países, regresando a Europa a través de un Perth en Barcelona.
En España, Bilbao juega un papel clave, con un punto de amarre para dos importantes cables submarinos que conectan Pisco con Estados Unidos.
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