Guardia Civil Española Detenido El miércoles, 14 personas trabajaban para varias empresas y se sospecha que más de 115.000 toneladas de residuos peligrosos fueron vertidas ilegalmente sin la debida documentación ni reciclaje.
Denominada Operación RUBO, funcionarios de la Dirección General de Medio Ambiente y Urbanismo de España y del Departamento Federal de Medio Ambiente en Funcionamiento sospechan que la empresa de gestión de residuos con sede en Valencia estaba mezclando ilegalmente diferentes tipos de residuos y modificando los tratamientos requeridos para ello. Limpieza adecuada, antes de finalmente verter los escombros al alcantarillado y al Mediterráneo.
Los investigadores también se dirigieron a una empresa de transporte que desvió los desechos tratados incorrectamente a vertederos antes de que pudieran procesarse de manera segura.
Investigaciones posteriores han revelado una conspiración que ha estado ocurriendo desde 2015. Detectado: materiales peligrosos almacenados indebidamente en el exterior, falsificación de documentos relacionados con la gestión de residuos y manejo inadecuado de residuos que contienen amianto.
Aunque es una sustancia natural, el asbesto representa un grave riesgo para la salud y la seguridad de los seres humanos. Su respiración puede provocar cáncer de pulmón y otras enfermedades potencialmente mortales.
Durante la investigación se arrojaron 115.000 toneladas de basura, lo que no fue reportado a las autoridades de gestión de residuos. Esto se debe a que la planta no está equipada para procesar materiales peligrosos en exceso, que se dice que contienen tanques de ácido sulfúrico.
Al optar por ignorar las prácticas de seguridad obligatorias, la mayor parte de estos desechos se envió a áreas donde se consideraría seguro permanecer afuera sin los tratamientos o aprobaciones necesarios.
Los investigadores estiman que la empresa de transporte realizó 2.800 viajes por España durante la trama y transportó 200.000 toneladas de residuos.
También se sacó a la luz la exportación ilegal de desechos plásticos en forma de materias primas al sudeste asiático.
Agentes del Servicio de Conservación de la Naturaleza (SEPRONA) constataron que se estaban vertiendo materiales peligrosos en las redes de alcantarillado de España. Encontraron altos niveles de contaminantes peligrosos y una contaminación significativa en áreas donde las aguas residuales se filtran al Mediterráneo.
Un total de catorce personas pertenecientes a las empresas responsables habrían sido detenidas y posteriormente detenidas.
Las autoridades españolas etiquetan esto como una preocupación ambiental importante, ya que requiere regulaciones estrictas para garantizar una gestión y supervisión adecuadas del reciclaje.
La Defensa Civil ha señalado que el manejo inadecuado de estos residuos liberará cantidades importantes de contaminantes y sustancias peligrosas al medio ambiente.
Las autoridades advierten que si se exponen al aire libre sin el tratamiento adecuado, los metales pesados pueden penetrar la tierra y las aguas subterráneas y eventualmente terminar en la cadena alimentaria local.
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