crisis financieras y humanitarias
El colapso del gobierno deja un vacío administrativo que ha provocado temores de una crisis económica y un hambre generalizada.
Los precios de productos básicos como la harina, el aceite y el arroz están aumentando rápidamente y la moneda está disminuyendo, ya que los cajeros del otro lado de la frontera en Pakistán se niegan a aceptar el afgano.
El sábado, los funcionarios ordenaron la reapertura de los bancos e impusieron un límite a los retiros de 200.000 a 20.000 afganos. Se formaron largas colas de personas que intentaban retirar dinero fuera de las sucursales bancarias.
El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, dijo que las dificultades desaparecerían rápidamente una vez que se estableciera la nueva administración.
Pero con su economía colapsando debido a 40 años de guerra, Afganistán ahora enfrenta el fin de miles de millones de dólares en ayuda externa de donantes occidentales.
Mujahid dijo que los talibanes anunciarán un gobierno pleno en los próximos días. Dijo que ha designado gobernadores y jefes de policía en todas menos una de las 34 provincias de Afganistán.
También hizo un llamamiento a Estados Unidos y otros países occidentales para que mantengan relaciones diplomáticas después de la retirada. Gran Bretaña dijo que esto solo debería suceder si los talibanes permiten el paso seguro de quienes quieren irse y se respetan los derechos humanos.
El gobierno de los talibanes de 1996 a 2001 estuvo marcado por una versión severa de la ley islámica, con muchos derechos políticos y libertades básicas restringidos y mujeres severamente perseguidas.
Afganistán también ha sido un centro para militantes anti-occidentales, y Washington, Londres y otros temen que vuelva a serlo.
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