Los ataques entre Israel y Hamás en Gaza continúan sin cesar después de más de cuatro meses desde el inicio del conflicto. El Ejército israelí ha intensificado su ofensiva contra Hamás en Jan Yunis, al sur de la Franja, en un intento por debilitar al grupo extremista y evitar futuros ataques. Sin embargo, en las últimas 24 horas, los ataques israelíes han causado más de 170 muertos en la Franja, lo que ha generado condenas y llamados a la calma por parte de la comunidad internacional.
Recientemente, la Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel detener un posible genocidio palestino y permitir más ayuda al enclave devastado. Esta decisión fue recibida con alivio por parte de los palestinos, quienes han sufrido enormemente a lo largo de este conflicto.
Por otro lado, nueve países, incluyendo Reino Unido, EE.UU. y Alemania, han suspendido su financiación a la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos) debido a acusaciones de apoyo a Hamás. Estas acusaciones han sido negadas rotundamente por Hamás, quien las considera infundadas.
La situación en Gaza es desesperada. Desde el inicio de la guerra, más de 26.000 personas han perdido la vida y más de 64.000 han resultado heridas. Estas cifras son devastadoras y demuestran el alto costo humano que ha tenido este conflicto.
En un ataque llevado a cabo el 7 de octubre, Hamás mató a al menos 1.200 personas en territorio israelí y secuestró a otras 240, de las cuales 136 siguen en la Franja. Estas acciones han generado indignación y repudio a nivel internacional.
El conflicto entre Israel y Hamás en Gaza sigue lejos de resolverse y la situación cada vez es más desesperada. La comunidad internacional continúa haciendo llamados a la calma y a encontrar una solución pacífica que ponga fin a esta espiral de violencia. Mientras tanto, miles de personas inocentes en ambas partes del conflicto siguen sufriendo las terribles consecuencias de esta guerra.
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