El cierre de oficinas y cajeros afecta especialmente a la España rural
En el último año, el número de oficinas bancarias en España se redujo un 7,2%. Esta disminución es aún mayor en los municipios más pequeños, donde se registró una caída del 11%. Esta tendencia ha generado gran preocupación, ya que la falta de acceso a servicios bancarios está afectando negativamente a la población de estas zonas rurales.
Ante el cierre de las oficinas, los bancos han tratado de ofrecer canales alternativos para compensar la falta de atención presencial. Estos canales alternativos, como la banca telefónica y las plataformas online, experimentaron un incremento del 22,1% el año pasado. Sin embargo, a pesar de esta opción, la mayoría de la gente en las zonas rurales no utiliza estos canales y se ven obligados a desplazarse a otros municipios para realizar trámites bancarios.
Los datos revelan que solo un 8% de la población utiliza la banca telefónica, mientras que apenas el 1% recurre a los canales alternativos. Esto demuestra que la falta de acceso a servicios bancarios está generando una brecha en la población en términos de inclusión financiera.
Además, más de la mitad de los municipios sin sucursal bancaria se encuentran a una distancia de más de 5 kilómetros de la oficina bancaria más cercana. Desde la crisis económica de 2008, estos municipios rurales han perdido el acceso local a una oficina bancaria y la distancia hasta el banco más cercano ha aumentado significativamente en estas zonas.
Ante esta situación, numerosos municipios han perdido su única oficina bancaria y cajero, principalmente en la España rural. Esto ha generado un impacto negativo en la población que debe desplazarse largas distancias para realizar operaciones financieras básicas.
En resumen, el cierre de oficinas y cajeros bancarios ha generado una preocupante falta de acceso a servicios financieros en la España rural. Aunque los bancos han tratado de compensar esta situación con canales alternativos, la mayoría de la población en estas zonas no utiliza estas opciones y se ven obligados a desplazarse a otros municipios. Esta falta de acceso ha generado una brecha en la inclusión financiera y ha dificultado el acceso a operaciones económicas básicas para la población rural.
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