El presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, compareció en una rueda de prensa para abordar un tema delicado y preocupante: los abusos en la familia y en la Iglesia. En esta reunión, se discutió detenidamente la fallida Asamblea Plenaria Extraordinaria y el informe Gabilondo sobre la pederastia clerical.
Durante la conferencia, los obispos reconocieron y pidieron perdón a las víctimas por los abusos sufridos. Sin embargo, también criticaron las extrapolaciones de datos de la encuesta realizada por el Defensor del Pueblo, considerándolas poco fiables.
Ante esa realidad, se propuso una “reparación integral” para todas las víctimas, y se planteó la posibilidad de participar en un fondo estatal de reparación. Sin embargo, los obispos dejaron claro que solo podrían sumarse a este fondo si se indemniza a todas las víctimas, no solamente a las relacionadas con la Iglesia.
Durante la rueda de prensa, se hizo hincapié en que el problema de los abusos no es una cuestión exclusiva de la Iglesia, sino que es un problema social que afecta a todos los ámbitos de la sociedad. Además, se cuestionaron las cifras presentadas en la encuesta del Defensor del Pueblo, solicitando el informe completo para realizar un análisis más exhaustivo.
En cuanto al informe de Cremades, se decidió no tomar ninguna decisión sobre su futuro, dejándolo para la próxima Asamblea Plenaria. Sin embargo, se recalcó la importancia de escuchar a las víctimas y se expresó la esperanza de que, con medidas efectivas, los abusos puedan reducirse en un futuro cercano.
Estas declaraciones y discusiones demuestran el compromiso de la Iglesia española para enfrentar y solucionar la problemática de los abusos. Es importante que se sigan tomando medidas valientes y efectivas para proteger a las víctimas y prevenir futuros casos de abuso.
