El Gobierno, cerca de cerrar el pacto con Carles Puigdemont y JxCat, pero rivalidad en el independentismo catalán amenaza negociaciones
El Gobierno español considera que está casi cerrado el pacto con Carles Puigdemont y su partido, Junts per Catalunya (JxCat), para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del país. Sin embargo, la rivalidad existente dentro del independentismo catalán amenaza con complicar las negociaciones.
ERC advierte al PSOE sobre señales de alarma en las negociaciones y critica el avance lento de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Los republicanos no desean una negociación de última hora y demandan avances en temas fundamentales como la amnistía, el traspaso de Rodalies (servicio de trenes de cercanías en Cataluña) y la financiación.
Las negociaciones no están avanzando favorablemente y ERC no comprende los parámetros planteados por el PSOE. Pere Aragonès, presidente de la Generalitat (gobierno catalán), menciona la mejora de la financiación y el traspaso de Rodalies como principales obstáculos en las negociaciones.
Se reclama la necesidad de llegar a un acuerdo que permita la celebración de un referéndum en Cataluña, recordando que estos son vinculantes. Además, se destaca la importancia de respetar las competencias de la Generalitat en las medidas incluidas en el pacto entre PSOE y SUMAR (coalición de partidos catalanes independentistas).
Aragonès advierte que aún faltan piezas en el puzzle para lograr un acuerdo global de investidura. Es crucial que las negociaciones avancen satisfactoriamente para evitar complicaciones y asegurar la estabilidad política en Cataluña y en España en su conjunto.
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