El fotógrafo Thomas Winstone ha capturado una imagen impactante en el centro de Bristol, Inglaterra. En ella se puede apreciar a un zorro paseando tranquilamente por las calles de la ciudad. Esta escena ha sorprendido a muchos ciudadanos, pero los estudios indican que los zorros han vivido en Bristol desde la década de 1930.
Sin embargo, en los últimos años se ha observado un aumento en la presencia de estos animales en las zonas urbanas. ¿Por qué sucede esto? Algunos expertos señalan que los animales salvajes, como los zorros, abandonan su hábitat rural debido a la falta de alimento o a la degradación del entorno.
En las ciudades, los zorros encuentran una gran variedad de alimentos disponibles, principalmente desperdicios humanos. Además, también pueden alimentarse de ratas o palomas, que son abundantes en las áreas urbanas. Es por eso que cada vez es más común ver a estos animales rondando por las calles de Bristol y otras ciudades.
Aunque en la naturaleza los zorros se alimentan de invertebrados, pájaros, mamíferos e incluso algunas frutas, en el entorno urbano su dieta se basa principalmente en los desperdicios generados por los humanos. Esto ha generado cierta controversia, ya que algunas personas consideran que los zorros pueden ser una molestia y propagar enfermedades.
Sin embargo, otros defensores de los animales argumentan que los zorros son parte integral de la biodiversidad urbana y desempeñan un papel importante en el control de las poblaciones de roedores. Además, también destacan que estos animales son inteligentes y adaptables, lo que les permite sobrevivir en entornos urbanos hostiles.
En definitiva, la presencia de zorros en las ciudades, como Bristol, es cada vez más común. Estos animales abandonan su hábitat natural en busca de alimento y se adaptan sorprendentemente bien a la vida urbana. Aunque esta situación genera diferentes opiniones entre los residentes, lo cierto es que los zorros forman parte de la fauna de la ciudad y contribuyen a mantener el equilibrio natural en el entorno urbano.
