Los tipos de interés se mantendrán en niveles restrictivos, afirma la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde. En un debate con la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, Lagarde reiteró que estos niveles se mantendrán el tiempo necesario hasta que la inflación baje al 2%.
Las decisiones sobre los tipos de interés dependerán de diferentes factores, como las perspectivas de inflación, los datos económicos y la transmisión de la política monetaria. La presidenta del BCE señaló que se espera que la inflación se mantenga alta durante un período prolongado debido a las presiones de los precios internos y al crecimiento de los salarios.
Además, se espera una debilitación de la economía de la eurozona en el tercer trimestre. Esto se debe a la menor demanda de exportaciones, las condiciones financieras más difíciles y el debilitamiento del sector de servicios. Según las proyecciones del BCE, se espera un crecimiento del 0,7% este año y del 1,0% el próximo, con una moderada inflación del 2,1% en 2025.
Lagarde también instó a los gobiernos a retirar las medidas de apoyo adoptadas durante la crisis energética y a implementar políticas fiscales para reducir la deuda pública y aumentar la productividad. Además, pidió encontrar un acuerdo sobre las reglas de disciplina fiscal de la Unión Europea antes de finales de año.
Estas declaraciones de la presidenta del BCE tienen un impacto significativo en la economía europea y en los mercados financieros. Los expertos estarán atentos a la evolución de la inflación y a las decisiones que tome el BCE en los próximos meses. Mantener los tipos de interés en niveles restrictivos puede ayudar a controlar la inflación, pero también puede tener efectos negativos en el crecimiento económico.
En resumen, Lagarde aseguró que los tipos de interés se mantendrán en niveles restrictivos hasta que la inflación baje al 2% y destacó la importancia de implementar políticas fiscales para reducir la deuda pública. Además, hizo hincapié en la necesidad de encontrar un acuerdo sobre las reglas de disciplina fiscal de la Unión Europea. La economía de la eurozona se enfrenta a varios desafíos, como la debilitación en el tercer trimestre y la persistencia de la inflación por un período prolongado. Los mercados estarán atentos a las decisiones y acciones del BCE en los próximos meses.
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