La catedral St. George en Windsor fue el escenario del primer cónclave real del año, donde la familia real británica organizó una misa conmemorativa en honor a Constantino de Grecia. En el evento, Camilla Parker sustituyó a Carlos III y estuvieron presentes destacados asistentes como los reyes Felipe y Letizia de España, doña Sofía, las infantas Elena y Cristina, así como la familia real griega.
Tras el servicio religioso, los invitados se trasladaron al Castillo de Windsor para una recepción privada. La reina Letizia destacó por su elegancia y presencia, siendo capturada en una imagen junto a don Juan Carlos. Se pudo notar la buena relación entre Felipe VI y su padre, demostrando un apoyo mutuo.
Por otro lado, las infantas Elena y Cristina se mantuvieron en un segundo plano durante el evento. Sorpresivamente, hubo una ausencia de última hora por parte de Guillermo y Carlos III en la recepción, generando especulaciones entre los presentes. A pesar de ello, la jornada se desarrolló de manera armoniosa y con un ambiente de respeto y cordialidad entre los miembros de las realezas presentes.
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