Estados Unidos y Reino Unido han llevado a cabo ataques aéreos en Yemen, específicamente contra los hutíes, un grupo respaldado por Irán. Estos ataques fueron en respuesta a los múltiples ataques con drones y misiles que los hutíes han perpetrado contra buques comerciales en el Mar Rojo.
Los hutíes son una milicia yemení que representa la rama zaidí del islam chií, y se oponen a la influencia religiosa que Arabia Saudí ejerce sobre Yemen. Además, reciben apoyo de Irán y apoyan a Hamás en la guerra que se lleva a cabo en Gaza.
Como consecuencia de estos ataques en el Mar Rojo, muchas compañías navieras han optado por evitar esa ruta y desviarse por el Cabo de Buena Esperanza, lo cual ha incrementado tanto los costos como la duración del viaje entre Asia y Europa.
Ante esta situación, Estados Unidos ha respondido creando la Operación Guardián de la Prosperidad y ha llevado a cabo operaciones militares contra los hutíes.
Cabe destacar que antes del conflicto en Gaza, los hutíes habían ganado apoyo debido a la corrupción y crueldad del presidente Ali Abdullah Saleh. De hecho, se aliaron con Saleh para tomar la capital, Saná, y derrocar al presidente Abd Rabbu Mansour Hadi.
Desde 2015, el conflicto en Yemen ha causado una gran cantidad de muertes y desplazamientos en el país, el cual sigue dividido entre los hutíes y las fuerzas gubernamentales.
Los ataques perpetrados por los hutíes son vistos de diferentes maneras por distintos grupos. Algunos los consideran una forma legítima de presionar a Israel, mientras que otros los consideran una amenaza.
En un intento por normalizar las relaciones con Irán y poner fin a la intervención militar en Yemen, Arabia Saudí ha llamado a la moderación tras los ataques llevados a cabo por Estados Unidos y Reino Unido.
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