Vauban y Bredica, que presentaron su oferta vinculante por el activo el martes 19 de julio, hicieron la mejor oferta y han estado negociando desde el jueves para concretar los detalles del acuerdo.
El precio de 1.021 millones de euros que los compradores pagaron por el 45% de la participación accionaria de la compañía de $2.561 millones, que según Telefónica es un “multiplicador implícito de 27,1 veces la estimación inicial de OIDBA para 2022 de la compañía”.
Ambos socios derrotaron en el proceso a la institución financiera canadiense Caisse de dépôt et placement du Québec (CDPQ). El consorcio entre la aseguradora alemana Allianz y el fondo de pensiones holandés PGGM, que ha avanzado a la segunda etapa del proceso competitivo, decidió abandonar la puja hace unos días y no presentó oferta final.
Se dice que los dos inversores franceses entraron en la oferta con el vehículo Vauban Infra Fiber (VIF), cada uno con una participación y especializándose en el sector. La división de fusiones y adquisiciones de Rothschild y Credit Agricole son los asesores financieros del consorcio.
Vauban, que también se interesó por Reintel, es propietaria de Metro de Málaga y de varias concesionarias de carreteras en Cataluña, que compró a FCC. Por su parte, Predica acaba de incorporarse a la filial de energías renovables de Repsol, asociándose con Engie en la adquisición de Eolia.
Las ofertas de varios candidatos superaron las expectativas cuando se puso en marcha el proceso de venta liderado por AZ Capital y BBVA.
Con la venta del 45% de su filial Telefónica, que se quedará con el 55% restante, quiere financiar el ambicioso plan de crecimiento de fibreco, que contará con un equipo directivo propio liderado por Luis Rivera, exdirector de estrategia de Telefónica, como nuevo director ejecutivo.
Telefónica Rural, que aportará a la filial, tiene acceso a fibra en 3,5 millones de unidades inmobiliarias (UUII, viviendas, edificios y oficinas) en zonas rurales y escasamente pobladas. Para fines de 2024, se construirán 1,5 millones de nuevas entradas para llegar a 5 millones. Esta distribución difiere de la anunciada inicialmente por Telefónica, que estimaba la aportación de 2,5 millones de viviendas y la construcción de 2,5 millones de viviendas adicionales.
Se espera que la planta de fibrico genere 90 millones de unidades para 2022, y se espera que los ingresos alcancen los $163 millones para fin de año. El principal cliente de la nueva compañía será la propia Telefónica, que operará la red rural bajo un contrato que generará alrededor del 50% de los ingresos.
El plan de 10 años de la empresa prevé que alcance los 219 millones de euros en 2032, momento en el que la empresa espera unos ingresos de 311 millones de dólares.
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