Una sonata de Mozart que puede calmar la actividad cerebral de la epilepsia puede obtener su poder curativo gracias a melodías que crean una sensación de asombro, según El estudio fue publicado el jueves.
La investigación de 16 pacientes hospitalizados con epilepsia que no respondieron a la medicación generó esperanzas de que la música pudiera usarse en nuevos tratamientos no quirúrgicos.
Robert Kuhn de Dartmouth College, coautor del estudio publicado en Informes científicos.
La sonata para piano de Mozart en Re mayor K448 es mejor conocida por su influencia en la cognición y otras actividades cerebrales, pero los investigadores aún se esfuerzan por comprender por qué.
En este estudio, los científicos activaron el widget para pacientes equipados con sensores de implantes cerebrales para monitorear la aparición de IED, eventos cerebrales breves pero dañinos con epilepsia entre convulsiones.
Descubrieron que los IED disminuían después de 30 segundos de escucha, con efectos significativos en partes del cerebro asociadas con la emoción.
Cuando compararon la respuesta con la estructura de la acción, encontraron que los efectos aumentaban durante las transiciones entre frases musicales más largas, aquellas que duraban 10 segundos o más.
Quon dice que los hallazgos sugieren que las declaraciones largas pueden crear una sensación de anticipación y luego responder de una manera inesperada al “crear una respuesta emocional positiva”.
así llamado “Efecto Mozart” Ha sido objeto de investigación desde que los científicos afirmaron en 1993 que las personas que escucharon K448 durante 10 minutos mostraron habilidades mejoradas de razonamiento espacial.
Investigaciones posteriores probaron los efectos de K448 en diversas funciones y trastornos cerebrales, incluida la epilepsia.
Pero los autores dijeron que fue el primero en desglosar notas basándose en la estructura de la canción, que describieron como “organizadas por temas melódicos contrastantes, cada uno con su propia armonía básica”.
Al igual que en estudios anteriores, los pacientes no mostraron cambios en la actividad cerebral cuando se expusieron a otros estímulos auditivos o piezas musicales que no eran K448, incluso aquellos en sus géneros musicales favoritos.
Los pacientes de este estudio escucharon 90 segundos del trabajo de Wagner que presenta un cambio de armonía pero “ninguna melodía conocida”.
Escuchar a Wagner no produjo ningún efecto calmante, lo que llevó a los investigadores a considerar la melodía tan importante en K448.
Notas de estudio Se pueden realizar más pruebas con otras piezas musicales cuidadosamente seleccionadas para comparar y determinar los componentes terapéuticos de la sonata.
© AFP
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