“Posibilidades ilimitadas”
Moscú y Beijing han fortalecido la cooperación en los últimos años, impulsados por el deseo de contrarrestar la hegemonía global de Estados Unidos.
La visita del líder chino a Moscú es vista como un impulso para Putin, quien está sujeto a una orden judicial emitida por la Corte Penal Internacional por cargos de deportación ilegal de niños ucranianos.
“Estoy seguro de que la cooperación ruso-china realmente tiene posibilidades y perspectivas ilimitadas”, dijo Putin en una cena de Estado posterior a las conversaciones, donde brindó por la “prosperidad” de los pueblos ruso y chino.
Habló antes sobre el “carácter especial” de la relación entre ambos países en declaraciones difundidas por la televisión estatal.
En el segundo día de su visita a Moscú, Xi dijo que las relaciones con Rusia están “entrando en una nueva era”.
Putin calificó las conversaciones de “significativas y francas” y dijo que Rusia, que ha sido en gran medida excluida de los mercados europeos debido a las sanciones, podría satisfacer la “creciente demanda” de energía de China.
La energía es el foco principal de la visita de Xi, y Putin anunció que los dos países habían llegado a un acuerdo sobre el gasoducto Power of Siberia 2, que conectará Siberia con el noroeste de China.
Estados Unidos “socava” la seguridad global
En una declaración conjunta, los dos líderes apuntaron a Occidente y acusaron a Estados Unidos de socavar la seguridad global.
“Las dos partes piden a Estados Unidos que deje de socavar la seguridad internacional y regional y la estabilidad estratégica global para garantizar su ventaja militar unilateral”, dijeron Rusia y China en la declaración.
También expresaron “extrema preocupación” por la creciente presencia de la OTAN en Asia.
El lunes, Xi y Putin sostuvieron conversaciones durante cuatro horas y media, llamándose mutuamente “queridos amigos”.
China y Rusia a menudo han trabajado de cerca en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ejerciendo el poder de veto como miembros permanentes del consejo para contrarrestar a Occidente.
El ataque de Rusia a Ucrania también profundizó los temores entre las potencias occidentales de que China algún día intente tomar el control de la isla autónoma de Taiwán, que Beijing considera parte de su territorio.
China ha tratado de presentarse como una parte neutral en el conflicto de Ucrania, pero Washington dijo que las medidas de Beijing podrían ser una “táctica dilatoria” para ayudar a Moscú.
Estados Unidos también ha acusado a Pekín de considerar exportar armas a Moscú, acusaciones que China ha negado con vehemencia.
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